sábado, 10 de diciembre de 2011

Altea y Gandía

Y, por fin, la crónica de mi último viaje. Después de remolonear todo el mes de octubre y desaprovechar el buen tiempo que hizo, el 12 de noviembre pillé una ventanita de buen tiempo y me animé a ir a levante, a volar sobre el mar.


Como de costumbre, le dí muchas vueltas para planear el viaje. Primero había pensado ir hasta Gandía, parando en el campillo de Xeraco y bajar por la costa hasta Altea, para luego subir, previa parada en Alcocer de Planes. Después estuve barajando parar en Requena, que es un aeródromo bueno, en vez de en Xeraco. Pero, al final, un par de días antes, a la vista de las previsiones meteorológicas, decidí darle la vuelta, yendo primero a Alcocer de Planes, subir hasta Gandía, y directo de vuelta. En la ida tendría viento de cara, pero era más corto; en la vuelta, más larga, tendría el viento de cola, así que esperaba no tener que volver a repostar.
 
Y me salió bien. Esta fue la ruta de la ida:
 
La navegación no tuvo ningún problema; había viento, pero totalmente alineado de cara, así que no me desviaba. Por ello tardé 3h en vez de 2, pero dentro de los márgenes de autonomía.

Despegué con la salida del sol, con lo que lo tuve casi de frente durante la mayoría del trayecto. Esto es Aranjuez, que casi no ví hasta que estuve encima:

Casi todas las fotos que hice fueron de pueblos; las que quedan bien las subo a Panoramio, pues imagino que a mucha gente le gustará ver dónde vive, desde el aire. Esto es Villatobas:

Y esto, Hontanaya:

Y a partir de ahí me encontré con algunos imprevistos que hicieron que incumpliese un par de reglas de la normativa, pero tampoco voy a dar más detalles. Esto es Tresjuncos:

Esto, El Cañavate:

Estos son Alcalá del Júcar y Casas del Cerro, que tienen pinta de ser muy bonitos:

Esta, la pista forestal de Carcelén:

Aquí, a lo lejos, se ve la central nuclear de Cofrentes(LEP138):

En el último tramo antes de llegar anduve algo preocupado, pues no sabía bien dónde estaba, y no me sobraba combustible. Pero salí directamente al valle del embalse del Beniarrés, donde está el campo de Alcocer de Planes; o sea, que me salió una buena navegación estimada. He aquí a Pancho en el campo:

Un campo bonito, junto a un embalse. Había hablado antes con Santi, el dueño de la escuela de ULM La Montaña, y me tenían preparadas un par de garrafas con 50 litros de combustible. La verdad es que, a todos los campos donde he ido, la gente ha sido siempre muy amable. Y a mí me gustan mucho estos negocios locales, lejos de grandes ciudades, que permiten que la gente no tenga que aglomerarse en ellas.

En fin, después de repostar y descansar un ratito despegué de nuevo. Esta fue la ruta de vuelta:

El teléfono debió de perder el GPS hasta llegar a Callosa d'En Sarriá, y aunque en la ruta aparece como una línea recta, fui siguiendo el valle al sur de Alcocer, en dirección Oeste-Este. Por ejemplo, esto es el pueblecito de Benilloba, en ese valle:


Luego, el Sports-Tracker dejó de enterarse de las fotos un poco antes de que llegase al mar, y me ha costado bastante geoposicionarlas. En fin, limitaciones de mi Nokia E71; el Motorola Milestone que tenía antes y que me cargué tenía bastante más funcionalidad, aunque también era más pesado, en muchos aspectos.

En fin, esta parte del viaje era la más bonita, volando sobre el mar. Aquí está el embalse del Guadalest, poco antes de llegar a Altea:

Esto es Callosa d'en Sarrià:

Y aquí ya se ve la silueta de rascacielos de Benidorm y su isla, a lo lejos:

Y esto es Altea:

Esto es un primer plano del peñón de Ifach, en Calpe:

Esto es Moraira:

Y aquí, el cabo de la Nao:

Y este, el de San Antonio:

Aquí se ve Denia:

Esto es una de las playas al norte de Denia:

Aquí se puede ver la playa de Oliva:

Y aquí la de Miramar:

Y aquí ya se ve Gandía, bien conocida por muchos madrileños; en concreto, el puerto:

Y en esta se puede ver la mayoría de su playa:

Esto es el final de la misma:

Y aquí se ve el pueblo de Xeraco, inmediatamente al norte:

Y esto es su playa:

Ya hacia el interior, esto es Carcaixent:

Y el embalse de Millares:

Y el de Alarcón:

Esto es Villarrubia de Santiago, ya llegando a Ocaña:

Aquí se ven los jardines del Príncipe, en Aranjuez:

Y, ya para terminar, esto es el río Tajo tras su paso por esa ciudad:

Un bonito viaje, aunque largo y cansado. Con el viento de cara, las 2h planeadas de la ida se convirtieron en 3, y a la vuelta también fueron 3. Además, aquí el viento de cola sí me desviaba, y tuve que corregir el rumbo unas cuantas veces con el GPS; no he aprendido a hacerlo sin él. Aterricé con 18l de gasolina en el depósito, menos de 1/4 de los 80 máximos.

¡Y se me acabó el volar! En el próximo artículo publicaré el anuncio de venta de mi parte de Pancho, como tenía planeado desde que lo compré, hace cerca de dos años. Lo voy a echar de menos, realmente; pero es que es algo poco compatible con mi vida, especialmente con mi familia.

Bueno, en otro orden de cosas, recientemente he descubierto la serie de Discovery Channel "Alaska desde el cielo", título que es (en mi opinión) una inadecuada traducción del original "Flying Wild Alaska". Se trata de una docuserie sobre las peripecias reales de la compañía de aviación Era Alaska, de la cual son propietarios la familia Tweto. Preciosos paisajes, retos arriesgados y dificultades continuas, aunque generalmente con final feliz. Es una de esas series de machotes aguerridos del Discovery Channel, pero es también bastante familiar, y también salen escenas de la vida en Alaska. Por comparación, otra serie parecida, Ice Pilots, de pilotos canadienses, creo que es bastante más misógina, aunque aún no he visto ningún episodio. Sea como sea, creo que las dos son muy recomendables para cualquiera que le guste volar, en especial el vuelo de montaña o paisajismo de naturaleza.

Que tengo ya claro que es justo lo que a mí más me gusta. Aparte de la satisfacción de conseguir aprender a pilotar, aprobar los exámenes y demás, una vez sabes, lo que me gusta es eso, el paisajismo de naturaleza, como demuestran los viajes que he hecho y las fotos que he tomado. Por supuesto, es algo que se puede hacer con senderismo y actividades similares, pero claro, desde el aire, se ve diferente. Así que, si cuando los nenes sean mayores, me fuese posible retomar esto de volar, me gustaría hacer vuelo de montaña, con un avión similar al Savage, que es bien bonito. Creo que esa idea de ir volando al campo, aterrizar en cualquier sitio, y pasar la noche en una tienda de campaña, por la razón que sea, muchos hombres la tenemos arraigada dentro como algo que vale la pena hacer.

Otra cosa de interés general es que parece que, por fin, va a haber una investigación de accidentes de ultraligeros y aviación ligera decente: nace la CIAIAD, Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Deportiva. Incluso está abierta a la colaboración de cualquiera; me gustaría poder participar, pero realmente no tengo disponibilidad.

¡Bueno!, realmente me ha costado terminar este artículo, pero por fin, eso es todo, amigos

martes, 15 de noviembre de 2011

Valle de los Caídos

Claramente, tengo este blog medio abandonado; pero ahora es tiempo ya de publicar algunos artículos nuevos, aunque algunos sean sobre cosaa viejas. El primero es este, sobre un vuelo corto que hice allá por octubre, alrededor del Valle de los Caídos, justo después de que terminasen las revisiones del motor y la célula del avión. Esta fue la ruta, más o menos:

Y digo más o menos, porque creo que el Sports Tracker no me grabó la vuelta alrededor de la cruz, quizás porque estuve usando el video mientras la hacía. Esta es una foto del Camping de El Escorial, para quien lo conozca:

Y esta es la cruz del Valle:

Pero la gracia fue el vídeo que saqué mientras daba una vuelta alrededor suyo:

Esto es San Lorenzo de El Escorial desde el norte, ya a la vuelta:

Y de las fotos del Monasterio, quizás esta es la mejor:

El vuelillo fue muy bien, pero a la vuelta, en el circuito de Casarrubios, cometí un error significativo: aunque había oído notificar a otro avión que estaba en el tramo base, no me preocupé de buscarlo y localizarlo, y al entrar yo a ese tramo debí de adelantarlo. La cosa se empeoró porque él no me había oído a mí por la radio, y se dio un susto cuando me vio cerca de sopetón. Claro, me cayó una bronca. Y es que, aparte de mi error por ignorar al otro, desde de la revisión nos pasa que, con la radio, oímos bien, pero algunos no nos oyen a nosotros. Es raro, porque parece que pasa con unos aviones, y no con otros; unos nos responden "5" a la prueba de radio, y otros nos dicen que sólo oyen ruido. Esperamos que Diego lo resuelva...

En septiembre y en octubre casi no he volado, por pereza de prepararme la travesía. Me terminé ya el libro de "El seis doble", que es muy interesante. También intenté contrastarlo con el de "Yo fui piloto de caza rojo", por las contradicciones entre uno y otro (por lo que parece, "El seis doble" es más fiel a la verdad). Es una pena que en España no hagamos novelas, cómics y películas sobre estos temas; yo creo que en estos libros hay material para rato, y hay unos cuantos sobre aviadores de la Guerra Civil, tanto de uno como de otro bando. Tengo unos cuantos apuntados para conseguir y leer ("Cadenas del aire", "Un aviador de la República", "Guerra en el aire", "Para qué", "Arde el aire", y otros). Me gustaría poder sacar partido a todo ese material algun día, pero no sé siquiera si podré leérmelos...

Después me empecé la biografía de Douglas Bader que también tenía pendiente, bastante interesante en lo aeronáutico aunque algo pesada, en mi opinión, en los detalles sobre el personaje; pero, qué demonios, para eso es una biografía suya. Era una persona excepcional, en eso coinciden todas las fuentes que conozco que lo mentan. En este libro abundan sobre la polémica del Gran Ala, apoyando naturalmente el punto de vista de Bader, mientras que en otro libro que me leí la denostaban bastante. A ver si luego me lo puedo releer para contrastar argumentos.

Bueno, el siguiente artículo que suba ya será la crónica de mi último viaje con Pancho, a Levante. Hasta entonces, eso es todo, amigos.

viernes, 30 de septiembre de 2011

Santa Cilia de Jaca

Con más de un mes de retraso, pues ocurrió el 27 de agosto, he aquí la crónica de mi última y, hasta la fecha, más larga travesía: Casarrubios - Santa Cilia de Jaca, en Huesca. Esta es la ruta de ida, aunque el programa de grabación del móvil falló poco antes de llegar, y no está entera:

Las 3h de esta ida transcurrieron sin ningún problema, ni de navegación ni de otro tipo, y por paisajes bastante bonitos. A contiuación pongo las que me parecen más bonitas; como de costumbre en mis últimas crónicas, pinchando en cada imagen se puede ir a Panoramio y ver los detalles de la localización de la misma (bueno, la geolocalización la hago a mano, pero creo que está bien en todas las fotos que he subido a Panoramio).

Estos son el embalse de Beleña y el pueblo de Beleña de Sorbe, justo después de pasar el aeródromo de Robledillo de Mohernando:

Este es el pueblo de Atienza, fácilmente distinguible desde el sur por su castillo y su colina picuda:

Algo más al norte, ya en La Rioja, aquí se ven el pueblo de Alfaro y el río Alhama:

Este es el pueblo de Cáseda, visto desde la cuerda de Peña Javier, en Navarra:

Esta es la entrada al embalse de Yesa, después del cual está el aeródromo:

Y, junto al embalse, aquí está el pueblín de Tiermas:

La toma fue muy buena, a la primera y sin ningún incidente. Mi idea original era, desde Santa Cilia, seguir dirección este, meterme por los valles entre Oliván, Asín de Broto y llegar hasta Aínsa, para bajar por el embalse de Mediano, hasta el aeródromo de Villanueva de Gállego en Zaragoza, y repostar allí de nuevo. Pero no pude hacerlo por dos razones: el día anterior llamé a Villanueva y me dijeron que no iba a haber nadie para que pudiese repostar; y en Santa Cilia había bastante viento del norte y rotores (turbulencias fuertes al sotavento, bastante peligrosas porque te mandan hacia abajo súbitamente) en mi camino, con lo cual era peligroso hacer mi plan de los valles.

Así que recurrí a la responsabilidad que aún me queda, y tras repostar y comer algo me volví por el mismo camino:

La vuelta fue incluso más tranquila que la ida pues, salvo una variante que hice por el valle del río Alhama, ya me conocía el camino. Duró 3h, igual que la ida. Poco después de salir hice un 360 (o sea, dí una vuelta completa) a la vez que sacaba fotos, para conseguir una medio panorámica del bonito valle del embalse de Yesa, y de los Pirineos:

Me metí por el valle del río Alhama porque, a la ida, lo ví de lejos y me pareció un sitio bonito, y así fue. He aquí un ejemplo:

Este es el que parece bonito pueblo de Cervera del río Alhama:

Aquí, ya en Guadalajara, el pueblín de Baniel, poco antes de Almazán, rodeado de bosques:

Después no sé bien qué me pasó: no sé si fue el calor, o que me sentó mal algo que comí, o qué, pero todo el tramo desde más o menos aquí lo pasé bastante mal. Tenía malestar general y algo de mareo; pero claro, no me podía parar a reposar ni nada por el estilo, así que tuve que seguir. Pero bueno, todo fue bien; este vuelve a ser Atienza, en este caso desde el norte, donde se aprecia mucho menos el castillo

Este el embalse de Alcorlo, algo más al sur:

Y luego ya no tomé más fotos, porque es una zona que tengo bastante trillada.

Desde entonces no he volado; pensaba hacer un pequeño vuelín este próximo domingo, pero no podrá ser porque estamos pasando revisiones al avión, y aún no han terminado. Le tocaba la revisión de las 100h del motor, y las de 300h de la célula (o sea, el casco y el avión en general); además, vamos a cambiar el sensor de temperatura de los cilindros (CHT) y, seguramente, un par de cubiertas de las ruedas, así que cuando acabe va a quedar mejor que lo que estaba.

Espero poder hacerme ese vuelín el domingo de la semana que viene, y más adelante, mi último (o penúltimo) viaje antes de vender mi participación: planeo ir al mar; por el sur de Madrid hasta Valencia, bajar hasta Altea, y volver por Albacete. Aún no he empezado ni a prepararlo así que no sé si me dará tiempo para hacerlo en octubre, pero de noviembre no puede pasar.

Y luego ya pondré a la venta mi participación de Pancho (aunque quizás antes vuelva a Alcazarén), como le prometí a mi mujer, y como también, en realidad, me conviene, por quitarme quebraderos de cabeza, riesgos innecesarios, y tiempo invertido en cosas que, aunque placenteras, no resultan compatibles con el resto de mi vida.

Así que lo próximo que publique seguramente sea algo justo antes de ese viaje, o su crónica, ya después. Hasta entonces, eso es todo, amigos