lunes, 27 de octubre de 2008

El pollo interminable (y altitud de densidad)

El domingo hacía un día magnífico, y el viernes por la tarde también, pero el que no estuve bien fuy yo. Bueno, el domingo, al menos la segunda mitad de la clase me salió bien, y además no cometí un par de errores de bulto en los que sí caí el viernes. Pero vamos, en cualquier caso, decepcionante.

Por cierto, que grabé la clase del viernes, y quedó bastante bien; algo desviado a la derecha, pero se ve casi todo. He aquí el primer circuito:



Ya he perdido la ventana de oportunidad del verano: a partir de ahora, sólo puedo volar los viernes por la tarde, y tampoco todos, y viene el mal tiempo. Pero supongo que Rafa me podrá dar la suelta un viernes bueno, y también podré escaparme alguna mañana de diario prontito.

O sea, que a ver si llego a pilotillo a partir de enero. Espero no hacer de tapón para noviembre; Rafa tiene ya a dos para el examen, pero tiene que haber al menos tres, con lo que a ver si le sale algún otro.

Y a ver si a partir de ahora soy capaz de, a la vez que dejo un registro de las clases, hablar aquí de alguna otra cosa de algún interés, así que hoy lo vamos a dedicar a la altitud de densidad. En los textos de teoría se insiste mucho sobre la importancia de este concepto, que es una medida indirecta de la densidad del aire, expresada como altitud. Es muy importante porque a más densidad (menor altura de idem), mejor funciona todo en el avión, y viceversa. A mayor altitud de densidad (menos densidad), más se prolongan tanto el despegue (pues se necesita mayor velocidad con respecto al suelo, y se sube menos) como el aterrizaje (pues se llega a la pista más rápido), con lo que si no lo tienes en cuenta te la puedes pegar. Y, a lo que parece, no es raro que pase.

Para calcularla basta con un altímetro, un termómetro, y aplicar una fórmula o usar un gráfico. Y yo dije, qué bien, y luego, ¿qué hago con ella? 

Pues una vez conocida, se supone que el avión trae unas tablas de rendimiento que permiten estimar las distancias de despegue y aterrizaje. Pero resulta que el manual del Tecnam P92 no los trae, aunque sí otros que sólo ponen la distancia de despegue y aterrizaje en función del peso, pero no de la altitud.

Yo creo que, como esos gráficos tienen un coste importante para el fabricante (pues se elaboran a base de pruebas reales de pilotos en distintas condiciones atmosféricas y del terreno), y en ULM no están obligados, pues pasan. Y que además, en ULM no hay costumbre de usarlos; es un terreno mucho menos riguroso que el PPL. Ej. existe otro avión, el P92 JS, muy parecido al P92 Echo 100, pero que es un Very Light Aircraft en vez de ULM (o sea, que tienes que ser piloto, no pilotillo), y su manual sí los trae.

Sea como sea, pregunté y me han dicho que hay métodos para estimar aproximadamente la distancia de despegue, a partir de la distancia en condiciones estandares (ISA), que es la que viene en el manual. Para empezar está el diagrama de Koch, que es este:


Y luego hay unas reglas aproximadas que da Miguel Ángel Muñoz en su manual. Para más información sobre la altitud de densidad, ver el Manual de vuelo de M.A.Muñoz, este conciso documento de la FAA (inglés), o la Wikipedia (inglés).

En cualquier caso, sin duda mejor que todo eso es ganar experiencia poco a poco, ir conociendo el funcionamiento de tu avión (suponiendo que lo tengas), y saber qué puede hacer él, y tú mismo. Pero una cosa no quita la otra, tampoco, supongo.

Así que igual tendré que conseguir un termómetro, porque el P92 no lo lleva. En fin, eso es todo, amigos.

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